sábado, 21 de agosto de 2010

8.- "La música y el lenguaje están vinculados al sonido" (R. Murray Schafer)

Piel Del Tiempo

A Enrique Huaco
In Memorian


El año 1985 compuse el tango Piel del tiempo y se lo dediqué a Enrique Huaco In Memorian. Hay dos preguntas que debo responderme y ellas son: 1) ¿Cuándo fue que tuve conocimiento de Enrique Huaco? y 2) ¿Por qué la imagen del cambio de piel? Comenzaré por la primera respuesta. Tenía 19 años cuando me enteré de la existencia de Enrique Huaco. El año 1966 se llevó a cabo el Congreso Internacional del Pen Club en Nueva York, fue una reunión importante para los escritores del Boom Latinoamericano, y asistió Neruda al evento, la crónica del mismo la escribió Carlos Fuentes para la revista LIFE. Estaban las fotos de los escritores cuyas obras han venido alimentando por años nuestra sed lectora. Creo que lo más importante para Enrique Huaco fue haberle entregado el manuscrito de Piel del Tiempo al poeta Pablo Neruda quien lo llevó a Chile y lo hizo publicar por la Editorial Universitaria de Santiago con prólogo suyo, nosotros sentimos gran entusiasmo de ver que un poeta inédito era publicado nada menos que por el poeta que hasta entonces cubría el cielo latinoamericano. Leímos en el Dominical de El Comercio 26-XI-1967 p. 35 Poemas de Huaco. "Hace algún tiempo, cuando Pablo Neruda estuvo en Lima, invitado por la Universidad Nacional de Ingeniería, habló de un poeta peruano del que nadie tenía noticia: Enrique Huaco. Lo había conocido en los Estados Unidos, le habían gustado sus poemas y llevaba consigo Piel del Tiempo, el poemario que luego de ver la luz en Chile ha llegado a nuestras librerías. Antes, bajo el padrinazgo de Neruda, poemas de Huaco se publicaron en revistas latinoamericanas. "A mí me gustó el poeta porque hay tristeza, transparencia y pureza en este canto que desgrana o deshoja en las manos, que se oye, extático y abierto, entre los sonidos del ramaje, como un canto de pájaro puro que allí se quedó parado, cristalino, en la rama", dice Neruda en las líneas con que lo presenta en la edición que de Piel del Tiempo ha hecho la Editorial Universitaria S.A. de Santiago de Chile. Y también: "Me pareció el joven poeta que está uno esperando, sentado a la puerta, y aquí llegó. Llegó con esta cesta de cántaros que suenan a lluvia y huelen a tierra. Se notan en la argamasa de los dedos finos y antiguos que conocen la arcilla. Son versos fragantes a tierra antigua, a tierra profunda". En breve presentación Neruda no dice mucho -como acabamos de ver en las dos citas- pero se arriesga sí a estas afirmaciones importantes por venir de quien vienen: que la poesía de Huaco le gusta, es buena; y que es original en un momento en que los poetas latinoamericanos están "eliotizados", "sainjohnperseados", empapelados, en fin, de otras literaturas, o, simplemente, de literatura: "Cuando todos revuelven la nube él (Huaco) parece puro cielo, cuando todos se visten de colores franceses él se muestra desnudo como si fuera andando por la orilla de un río". En realidad, con este primer libro, sin necesidad de padrinos y aún cuando no sea precisamente el poeta que uno haya estado esperando, Huaco se coloca en una posición no desdeñable, dentro de 'los nuevos', para usar la expresión con que Cevallos denomina a los jóvenes poetas que agrupa en su reciente antología"

Si los poemas de Huaco se hubieran incluido en la antología de Cevallos habrían encontrado su adú en los de Marco Martos cuyo lenguaje tiene arraigo hispanoperuano además de tener el otro punto de unión en el ajedrez.

El año 1968 viajé a Santiago de Chile a estudiar en la Universidad de Chile, en el Pedagógico de Macul. Benjamín Kreposman estudiaba francés y por entonces aspiraba a poeta y tenía el libro de Huaco, así que pude leerlo y me agradó que tuviera voz propia a pesar de las influencias y los aportes de Vallejo, Neruda y León Felipe, básicamente. Ese mismo año en un número de Cormorán, revista cultural y literaria de la Editorial Universitaria dirigida por Enrique Lihn leímos la noticia de la muerte de Enrique Huaco en los Estados Unidos.
La segunda respuesta tiene que ver con la muerte de Enrique Huaco. El poeta murió de cáncer. "Tempranamente padeció de una tuberculosis renal, que lo mantuvo internado casi toda su adolescencia en un Sanatorio (donde inició su contacto con la Poesía) y que devino en un cáncer que dio fin a su extraordinaria existencia" (*) En el poema El Sueño Es Un Paso Insalvable dedicado a su mujer Anne-Marie dice lo siguiente:



El sueño es un paso insalvable,
créeme, puesto que la sombra
ya me ha comido oblicuamente
parte de la cara y amenaza borrarme.
Esto se vuelve como una enfermedad.

Cuando volteo para mirar esas naranjas sobre la mesa,
o a otro ser humano en mi cuarto,
no es la cara de un hombre que muestro,
sino algo de menos, algo diferente.
Estoy siendo devorado. Lo digo sencillamente.


Y en el poema que da nombre al libro: Piel del Tiempo se lee:

Dentro de la camisa
el corazón huele a piel
el pecho huele a hueso
(a lluvia y melancolía)
el corazón huele a piel
del tiempo.












(*) Enrique Huaco. Piel del Tiempo. 2ª Edic. Publiunsa, Arequipa. 1988
En realidad, es el libro íntegramente testimonio de un hombre que tiene la muerte segura, que vive cotidianamente con su muerte, lo que hace de él una pieza muy especial además de la desnudez de lenguaje en constante recogimiento. Piel del Tiempo invita a la contemplación y a la meditación, su lectura nos mantiene los nervios de punta, se trata del testimonio, la voz de la vida que se siente esfumarse:

Duermo sobre un lecho
estudiado e imparcial.
Brillo en la oscuridad,
pues soy
muy bello
a pesar de mi ceguera
y el desarreglo evidente
que se observa
sobre las líneas
de mi cara.

Una pequeña ola de espuma
se desenvuelve
sobre las sábanas
y me cubre.

Cuando se aleja
me doy cuenta del vacío.
Tengo un sabor a sal y oscuridad en la boca.
Desde esta medianoche sin hora
la luz cae de algún lugar
en su forma antigua,
y me sorprende.

Entonces pienso
en el mundo lleno de gente,
en mi tierra y en la de los otros,
que es,
por decirlo así,
lo único
que me queda.

La imagen del cambio de piel la tuve en un sueño donde ví lo que figura en la canción. Sin embargo, he encontrado una cita en un estudio del profesor Luis Mongió titulado: La Muerte y La Esperanza En La Poesía Ultima de Vallejo, que retrata exactamente lo que de otra manera he dicho en la canción.
"Hay en la catedral de Milán una estatua de San Bartolomé, que si la memoria no me traiciona, le representa de pie y despellejado, después de su martirio. Muestra la estatua, con anatómica precisión, las carnes vivas, los músculos, las venas del santo, quien lleva recogida sobre el brazo, vuelta al revés, la piel de la que en el martirio se le despojó y en la que puede verse, en reverso, la impresión de aquellas venas, de aquellos músculos ahora al descubierto. Es una escultura que produce en el ánimo del espectador una extraña fascinación, una mezcla de admiración y turbación, una atracción obsesionante y algo de vergüenza al encontrarse mirando por fuera y por dentro a la vez a un pobre cuerpo humano martirizado" (*)
Por tratarse de una situación dramática el género musical que acompaña la imagen desollada de la letra es un tango, que comienza con un toque rítmico y acentuado de las notas más graves del teclado para dar paso a la melodía con su letra sentida.

(*) Visión del Perú, núm. 4, Julio 1969.




P i e l d e l T i e m p o

A Enrique Huaco
In Memoriam

¡Vete! lárgate piel - le dijo.
Quiero florecer y arborecer
con mis colores y olores preferidos
Quiero llegar a conocer la transparencia.

Vio que su propia piel partía
se desgajaba
y otra lozana y rediviva
iba cicatrizando sus heridas.

Se distanciaba.
Era un overol sucio, raído
y oscilante
sobre sus gruesos zapatos.

¡Vete al carajo! - le gritó exaltado -
y pensó: "No es ni más ni menos
que una caparazón vacía"

Y continuó su flujo y reflujo
en la gran corriente colorida
y hacia dónde iría se preguntaba él mismo
y su respueta era otra interrogante.

Y desde el estallido del mar
se encuentra en el color del cielo
andando infatigable con la brisa
inmerso y pensativo en el silencio.







Al Poeta Con Un Blues


Fue en los años sesenta que tuve noticia de Octavio Paz a través de un artículo sobre literatura latinoamericana escrito por Mario Vargas Llosa y publicado en un número de la revista VISIÓN. Me puse en campaña para ir adquiriendo y leyendo libros de poemas y ensayos de Octavio Paz, ayudando de este modo a mi formación con lecturas de cabecera en mis años de estudiante universitario.
No era difícil conseguir libros de Octavio Paz en publicaciones mejicanas como el Fondo de la Cultura Económica, Joaquín Mortiz, UNAM, Editorial ERA, pero también en Seix Barral, Alianza Editorial y otras editoras de España.
El poeta mejicano llegó a tener un gran público lector y una crítica diversificada e internacional, de tal modo que se ha escrito gran cantidad de trabajos sobre su vida y obra, yo sólo puedo tomar como referencia los que me son más próximos: OCTAVIO PAZ: Las palabras del árbol de Elena Poniatowska. Plaza & Janes Editores. 1998. Es un libro homenaje al celebrado Premio Nobel de México; La autora hace observaciones y recuerdos personales de amistad con el poeta y su entorno. La CORRESPONDENCIA Alfonso Reyes/Octavio Paz (1939 - 1959) cuya edición es de Anthony Stanton, uno de los críticos que más conoce de la vida y obra del poeta mejicano. La publicación de las cartas da cuenta del proceso de publicación de los poemas de Octavio Paz LIBERTAD BAJO PALABRA, y el ensayo sobre México: EL LABERINTO DE LA SOLEDAD. Anticipa también El Arco y la Lira y, Águila o Sol? La CORRESPONDENCIA es el primer volumen publicado por la Fundación Octavio Paz y el Fondo de Cultura Económica, 1999. El ensayo de Guillermo Sheridan, Aquí, allá, ¿dónde? Octavio Paz en ef Servicio Diplomático, capítulo del libro Escritores en la diplomacia mejicana, publicado por la Secretaría de Relaciones Exteriores en 1990, donde el autor hace un recuento de los años del poeta en el servicio diplomático.

Finalmente, el historiador peruano Eduardo Orrego Acuña ha detallado los vínculos de OCTAVIO PAZ Y EL PERÚ en la Casa de Cartón de OXY II época Nro. 15 1998. pp.68-79 y revisando la obra completa de Octavio Paz hace una revisión de los autores peruanos que han dialogado con la obra de OP, o también, las opiniones de Paz sobre nuestro proceso histórico y sobre autores peruanos con quienes mantuvo amistad. Paz se refiere al Inca Garcilaso de la Vega y César Vallejo, César Moro, Emilio Adolfo Westphalen, Blanca Várela, Fernando de Szyszlo, Javier Sologuren, Jorge Eduardo Eielson, Mario Vargas Llosa, Orrego también incluye a los críticos José Miguel Oviedo, Julio Ortega Cuentas y Ricardo Gonzales Vigil que escribieron sobre la obra del nóbel mejicano.

Octavio Paz nos dejó en un abril que no fue cruel como el que T.S. Eliot menciona al inicio de su Tierra Baldía, tenía 84 años y vivió el siglo XX como una aventura intelectual que enaltece a su país, a su continente y a su idioma.

Fue mi maestro a través de sus escritos. Puedo recordar con nitidez sus obras: Águila o Sol?, La hija de Rappaccini, Libertad Bajo Palabra, El Arco y la Lira, El Laberinto de la Soledad, Posdata, Corriente Alterna, Conjunciones y Disyunciones, Blanco, Discos Visuales, Salamandra, Las Peras del Olmo, Son capitales sus ensayos: El caracol y la serpiente dedicado a Rubén Darío y Literatura de Fundación (Puertas al Campo). Tantos artículos que publicó en Plural y Vuelta y tantos otros libros como el dedicado a Sor Juana Inés de la Cruz o las trampas de la fe, Apariencia Desnuda, a la obra de Marcel Duchamp, entre otros ensayos.
"Poeta tienes los sueños claros, te hace falta una filosofía fuerte" - escribió Octavio Paz - y en su caso reunió los saberes de occidente y oriente, además de adentrarse en las culturas precolombinas.
Cinco días antes de su fallecimiento tuve un sueño donde vi al poeta en la cama de un hospital con sus ropas blancas, su rostro envejecido y la expresión de su rostro me decía que hay que persistir y continuar en lo que siempre hemos perseguido: LA POESÍA.
El 1ro. de noviembre de 1998 me salieron las notas con su letra adherida en la canción que le dediqué: AL POETA CON UN BLUES.






































Al Poeta Con Un Blues
Octavio Paz (coro)

Pasión escrita de la lucidez
Develó las raíces del hombre
Bajo la clara sombra del amor

Octavio Paz (coro)

El Laberinto de la Soledad
Ardió en mis ojos con tanta verdad
Y es México desde la otra orilla
Visto con ojos de otredad

Octavio Paz (coro)

1968: Plaza Tlatelolco
Los estudiantes heridos o muertos
A tu Embajada en la India
Te hicieron renunciar

Octavio Paz (coro)

Tu pensamiento creció
Como un árbol
Y en sus célebres frutos
Encontré la libertad

Octavio Paz (coro)

La poesía y la gente
Complementan su unidad
Tejiendo espacios y tiempos
Do transparece la tinta
Con toda su oquedad.

Octavio Paz (coro)

De las entrañas del mundo
Nació Piedra de Sol.
Conquistador de Palabras
Buscador de la verdad
Tu poesía dio en Blanco
Y no deja su rotar
Tu poesía y la lumbre
No cesan de flamear.

Octavio Paz (coro)
Pentagrama al poeta con un blues















































El Refuerzo

En el norte del Perú hay un dicho que reza: "No hay compadre malo".
Una costumbre que vive en la gente del pueblo es la estimación al compadre y esto se debe a que él juega un papel importante en las relaciones familiares, sirve de apoyo tanto en términos económicos como sentimentales.
Se trata de un parentesco político-no consanguíneo que amplía el circuito de las relaciones familiares.
Cuando el padre de familia regresa a casa con unos traguitos adentro, el solo hecho de decir que estuvo con su compadre y que está mandando saludos, hace que la comadre se alegre y pregunte cuándo el compadre va a venir a visitarlos. Hay una alegría liviana, enmascarada, pero manifiesta, que toma la forma de un gesto suave.
Los lugares que realmente viven estas relaciones de parentesco compadreril y comadreriles, sostienen que en caso de faltar el padre, "para eso está el compadre". También hay una frase que cataloga a las personas: "compadre, padre y padrino", esto significa que primero fue compadre, luego fue padre del muchacho y consecuentemente es su padrino.
En la obra de Antonio Galvez Ronceros, Monólogo desde las Tinieblas (*).
Hay un breve cuento: "ETOY RONCA" que narra las relaciones del compadre con la comadre: "Por un camino solitario iba una negra montada en una burra: trus, trus, trus, cuando de repente: ¡Ay, Jesú!" gritó la negra dando un brinco junto con la burra: de las chacras vecinas había entrado en el camino un negro montado en un burro. Pero en seguida la negra se dio cuenta que era su compadre y, abanicándose con la mano y al mismo tiempo resoplando le dijo:
- Qué suto mia dao uté, compaire.
- Hola, comairita, como etá uté.
Y montados sobre sus animales se fueron juntos por el camino.
- Compaire dijo más adelante la negra mirando al negro con el rabillo del ojo - el camino ta solito.
- Ujú - dijo el negro sin mirarla.
Siguieron avanzando y la negra nuevamente habló:
Compaire, yo le tengo miedo a uté.
-¿Ujú? - dijo el negro, esta vez también sin mirarla. Al llegar donde el camino trazaba una curva prolongada, la negra volvió a hablar:
- Compaire, uté me quiede tumbá.
Entonces el negro la miró y le dijo:
- Comairita, si yo la tumbo en este camino
¿Uté grita?
- No, compaire, porque hata ronca etoy."


Tanto el dicho norteño: "No hay compadre malo", como la frase: "compadre, padre y padrino" podemos compararlas con el cuento Etoy Ronca y verificaremos que hay una familiaridad, y esto se debe a que el compadrazgo/comadrazgo permite que las relaciones se amplíen, se equilibren y de este modo la vida puede ser más llevadera, porque son las mismas gentes que van creando sus hábitos, y son éstos, los que los fortalecen culturalmente, y tal vez habría que decirlo, que en ellos se encuentran más felices.

El compositor de canciones, en estos casos, lo que hace es componer con los rítmos propios de la misma gente y recrear aspectos de la vida y costumbres en las que puedan verse como en su propio espejo, siempre cuidando de que disfruten con ese reencuentro.

Este ha sido el camino que me condujo a componer El Refuerzo con rítmo de marinera norteña armonizando bien, por su alegre picardía, con el dicho:
"No hay compadre malo", y como decimos en el Perú: "Quien no tiene de inga, tiene de mandinga".

Tenemos una increíble cantidad de mezclas étnicas en las que tanto el compadrazgo como el comadrazgo colaboran con su grano de arena para que tal generación se realice.






(*)MUNILIBROS/6 la Ed. Julio 86. Municipalidad de Lima Metropolitana. pp 43-44.)



































El Refuerzo
(Marinera Norteña)


Cada vez que necesita una ayuda mi comadre,
viene a contarme sus penas y a quejarse del maltrato.
- viene a contarme sus penas.
"Su compadre ni me toca ya no se ríe conmigo,
la comida no le gusta y hasta se pone engreído.
- la comida no le gusta.
Yo no sé cómo vua hacerlo, deme un consejo compadre,
necesito estar tranquila para atender a mis hijas".
No se preocupe comadre, mi compadre es un buen hombre,
debe estar aproblamado por el presente y la crisis,
usted sabe los colegios, la canasta familiar,
y los sueldos que no alcanzan ni siquiera pa' pasajes.
"Es cierto, mi compadrito, pero quiero que me entienda,
yo quiero que usted me ayude a calmar mi estado nervioso".
Comadrita, no se apure, su compadre quiere hacerlo
ya verá usted la que se arma y hasta vendrá por el vuelto
su compadre siempre quiso aunque sea darle un beso
pero ahora que reclama tendrá todo mi cariño
y entre juego y revolcada de repente sale un niño.
"Muchas gracias, mi compadre, pero usted es un desgraciado.
Yo sólo quiero un consejo y usted me lleva al petate.
Mi compadre es un zamarro, mi compadre, compadrito,
yo le dije un cariñito y he de volver por el vuelto.
Muchas gracias, compadrito, por la ayuda y el consejo.
Porque no hay compadre malo, ni compadre es mi refuerzo.


HABLADO
La vida en matrimonio
requiere de mucho esfuerzo
y el compadre o la comadre
siempre sirven de refuerzo.



24.08.90

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